sábado, 14 de octubre de 2017

SUSTENTABILIDAD FINANCIERA DEL SNIS


Ing. Hugo Odizzio

2ª entrega


La proyección de corto plazo y los grandes temas pendientes de solución


Estos factores que se han mencionado, hacen prever un escaso margen para reducir el déficit que se consolidará a partir de este año y más aún, la perspectiva más razonable es que el mismo crezca en forma leve pero sostenida.

Ese crecimiento en el mediano plazo, está asociado al aumento de la expectativa de vida (pacientes de mayor costo para el sistema), la jubilación que se viene optando a edades tempranas (con la consecuente pérdida de aportes sobre salarios más elevados que la jubilación) y cambios en la relación activo / pasivo, no sólo por aspectos demográficos sino también por cambios en los procesos productivos.

Ante este escenario, aún sin suponer cambios abruptos, hay que analizar y proyectar su evolución, para lo cual es necesario definir instrumentos de monitoreo en términos similares a lo que se realiza actuarialmente en el análisis de las proyecciones financieras del Sistema de Seguridad Social.

Estimo que aún no se han dedicado esfuerzos y los consecuentes recursos para llevar a cabo dicha tarea. Quizá el Área de Economía de la Salud del MSP lo tiene en su agenda, pero si no fuera así, debería considerarlo.
Este esfuerzo económico que realiza toda la sociedad uruguaya ¿ha generado un retorno comparable en términos de resultados?

Si vemos estas frases extraídas del mensaje de Rendición de Cuentas del Poder Ejecutivo y de la presentación realizada por el MSP al conmemorar los 10 años de la Reforma de Salud, queda la sensación que poco o nada se ha avanzado en el plano de las transformaciones relevantes que anunciaba la Reforma del Sistema.

Escenario anterior mencionado por el P.E. en el mensaje de la RDC 2016.
“La existencia de múltiples y diversos efectores de salud, en ocasiones superpuestos y con fuerte tendencia a la especialización médica, derivaba en que las unidades asistenciales estuvieran escasamente coordinadas entre sí, condicionando la existencia de calidad y eficiencia.”

“El acceso a la salud no alcanzaba la universalidad y era la población más vulnerable (niños, adolescentes y ancianos) la que quedaba fuera del sistema.”

Aspectos pendientes a 2017 según presentación del MSP.

“Profundizar el Sistema de Salud, avanzando en convenios de complementación de servicios de modo de racionalizar los recursos en el territorio, administrando la tensión existente entre la competencia de los 43 prestadores por los afiliados FONASA, con la construcción de un sistema que aproveche recursos estructurales, tecnológicos subutilizados, incorporando también a los RRHH en la lógica de complementación.”

“A esos efectos, se ha detectado la necesidad de establecer precios de referencia que garanticen mecanismos sustentables de intercambio de prestaciones entre las diferentes instituciones del sistema.”

“Generar indicadores de calidad de la atención de manera de estimular la competencia de los prestadores en las buenas prácticas de salud. Incorporar la dimensión calidad en el cálculo del pago de la cápita.”

“Conformar centros de referencia nacionales para patologías de baja prevalencia, con el objeto de establecer una escala necesaria y suficiente para alcanzar estándares de calidad, con equipos estables, experiencia comprobable, docencia y racionalización de costos asistenciales.”

Demasiados pendientes, muchos de ellos diagnosticados como los temas que se querían resolver con la reforma y otros que involucran aspectos básicos de la gestión de la reforma que deberían haberse considerado desde el comienzo de la misma y aún siguen esperando su hora.

En el relato oficial respecto a la Reforma de Salud se menciona en forma permanente que con el Sistema Nacional Integrado de Salud se logró la universalidad de las coberturas de salud para los ciudadanos, lo cual es totalmente falso. Para probarlo, basta recordar el caso de un connotado dirigente del Frente Amplio que se hizo operar en un hospital público con la sola presentación de un carné de asistencia, aduciendo –engañosamente- ser una persona de bajos recursos.

El atraso entre lo esperado y lo realmente obtenido con la Reforma de Salud, más aún si consideramos los recursos crecientes que hoy recibe el SNIS, tiene su máxima expresión en lo que refiere a ASSE.

En estos diez años se cuadruplicó el gasto por usuario en ASSE y no podemos afirmar que el resultado en términos de servicios a la población que atiende, sea acorde a ese enorme volumen de recursos que el país le está entregando al prestador público. Es curioso que eso sea presentado como un logro por el Poder Ejecutivo, cuando en realidad es una prueba tangible de cómo llevar a cabo una mala gestión en un servicio público.

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